En estos días y semanas, los distintos sectores de la oposición ordenan y articulan sus esfuerzos en la perspectiva de propinar una derrota electoral contundente a la derecha en las elecciones presidenciales y parlamentarias del 17 de noviembre: y en el centro de ese proceso hoy está el programa de gobierno, la carta de navegación que servirá de eje articulador de la futura administración del país.
En este debate programático de alcance nacional, los movimientos sociales y ciudadanos y la izquierda han instalado algunas cuestiones estratégicas: avanzar hacia una nueva Constitución, fin al lucro y educación gratuita universal, laica y de calidad, terminar con el sistema binominal, reforma tributaria para impulsar los cambios, entre otros tópicos relevantes.
El tema del lucro está sirviendo como un poderoso revelador fotográfico, que desnuda los verdaderos intereses de los distintos actores políticos y sociales en pugna.
¡Vamos ubicándonos...!:
de un lado, los partidarios del lucro, los que promueven y respaldan la inversión privada en la educación para extraer beneficios financieros fuera del sistema educacional, los que avalan el sistema de sociedades relacionadas, sociedades espejo y sociedades inmobiliarias para estafar al Estado y a las familias...
y de la vereda de enfrente los que se oponen al lucro en todos los niveles de la educación y exigen una acción fiscalizadora sistemática e institucional del Estado y del Ministerio de Educación (no de superintendencias truchas), para terminar con todas las prácticas y maniobras lucrativas hoy existentes en Chile.
La derrota política del gobierno de Piñera con la destitución del Ministro Beyer, gracias a los movimientos sociales y los estudiantes, ha permitido que la derecha y el presidente Piñera en particular bajen las máscaras y declaren abierta y descaradamente que son partidarios del lucro, terminando de una vez por todas con la verborrea de la "educación para todos y de las oportunidades para todos".
El lucro en la educación en Chile: he ahí un tema valórico crucial para el presente y el futuro de nuestra sociedad y de nuestra educación como país. Al instalar el reclamo contra el lucro en el cuadro político, los estudiantes de la revolución pinguina del 2006 y de los movimientos del 2011 dejaron puesta una bomba política e ideológica de tiempo, que está produciendo efectos expansivos demoledores para la institucionalidad del modelo neoliberal y para esta educación de mercado.
Cuando el propio Presidente de la República se planta ante los medios de comunicación y la opinión pública nacional y proclama abiertamente que el lucro es bueno y positivo en la actividad educacional, quiere decir que el pudor se terminó y ahora se conocen las verdades tal como son: la derecha es partidaria de mantener el lucro en la educación, no importa que sea al costo del endeudamiento creciente de miles de jovenes y familias chilenas.
¿Están seguros todos los constitucionalistas y expertos en Derecho de Chile que al proclamar públicamente su adhesión al lucro, el Presidente de la República no se está poniendo al margen de la ley, desde que hay una legislación que explícitamente "prohibe el lucro"?
Manuel Luis Rodríguez U.
No hay comentarios:
Publicar un comentario