Los ciudadanos en Chile están tomando conciencia rápidamente que las AFP han resultado ser un gigantesco negocio lucrativo para beneficio de un grupo de grandes corporaciones empresariales chilenas y extranjeras y un perjuicio gravísimo a las jubilaciones y pensiones de los afiliados.
La historia del orígen de las AFP en Chile es para impresionar al más fuerte: en 1981 Piñera y Pinochet dictaron un decreto-ley por el cual sacaron todos los miles de millones de pesos acumulados durante decenios en las Cajas de Previsión existentes y los traspasaron a un grupo de empresas privadas, las Administradoras de Fondos de Pensiones. El Estado de Chile gobernado por el dictador y su cohorte de civiles de derecha, le "hizo un cheque" a las empresas AFP con el dinero de todos los trabajadores ahorrantes del país. El más gigantesco robo al Estado en la historia de Chile.
Las AFP tienen un mercado cautivo de varios millones de afiliados: todos los trabajadores están obligados a afiliarse (un extraño "mercado libre" donde los clientes están obligados a comprar el servicio), donde los afiliados no son dueños de su propio dinero y ahorros, no pueden retirarlos de sus cuentas y donde la AFP decide cuál será la pensión final del "cliente", después de descontar su lucrativa comisión.
Es decir, las AFP son una forma legalizada de expropiación de los dineros fruto del trabajo de millones de personas. En el país lider del "libre mercado y de la sacrosanta propiedad privada", la AFP te expropia obligatoriamente tus ahorros mensuales y obtiene millonarias ganancias con su manejo financiero.
Pero, en esta danza millonaria de lucro y estafa a los trabajadores chilenos, los ideólogos e inventores de las AFP dejaron -por "extraña casualidad"- fuera del nuevo sistema previsional privado a los integrantes de las FFAA, los que siguen recibiendo sus pensiones y jubilaciones con los recursos presupuestarios del Estado de Chile, o sea con los impuestos y contribuciones de todos los chilenos. Los inventores de las AFP conocían exactamente cuáles iban a ser los efectos regresivos de su sistema privado y por eso dejaron fuera de las AFP a los uniformados.
En la práctica y en la realidad, las AFP funcionan en Chile como un mecanismo capitalista expropiatorio de los ahorros de los que trabajan, donde la ganancia principal a lo largo de toda la vida laboral del trabajador afiliado se la llevan las AFP y al final le entregan al jubilado una pensión mínima e insuficiente.
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Manuel Luis Rodríguez U.
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