SEGUNDA ÉPOCA

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martes, 3 de septiembre de 2013

Cuando tenía 20 años

Al momento en que se nos viene encima la avalancha de recuerdos y de recuentos del 11 de septiembre de 1973, acudo a mi memoria y regreso por un instante a mis 20 años.  

Cuando tenía 20 años, ya había leido a Marx y a Maritain, a Engels y a Weber, a Lenin y a Mao, a Fidel y a Plejanov, ya había conocido la historia de Chile, había llenado mi biblioteca de colecciones de Obras Escogidas de todos los autores de obras escogidas, había leído detalladamente la Historia Jeneral de Chile (así con J) de Diego Barros Arana para no quedarme con la historia contada por Encina.  Cuando tenía 20 años iba con curiosa impaciencia a las concentraciones de la CUT y de la izquierda en el Teatro Politeama de Punta Arenas y alguna vez resonaron en mis oidos las palabras certeras de Radomiro Tomic y la oratoria envolvente de un candidato a senador por Magallanes llamado Salvador Allende Gossens.

Cuando tenía 20 años, aquí en Magallanes, ya conocía de las huelgas de los estudiantes de Mayo de 1968 en Paris y en California, me había estremecido con la dramática entrada de los tanques soviéticos aplastando la primavera de Praga, me conmovía la gesta de Vietnam y Camboya y ya había transitado por los luminosos senderos de Marcuse y de Theilard de Chardin.  

En aquel entonces ya conocía los documentos finales del Concilio Vaticano II y estaba descubriendo la teología de la liberación de Gustavo Gutierrez, mi corazón se había estremecido en silencio con la lucha heroica de Ernesto Che Guevara en la selva boliviana y me había indignado con la experiencia del cura jesuita y guerrillero Camilo Torres Restrepo abandonado por su complice y poco santa madre iglesia católica colombiana mientras era acribillado a balazos en su pais adolorido.

Cuando tenía 20 años, vivía un presente imperfecto, estaba consciente de un pasado sin remedio y pretendía un futuro casi imposible, pero donde valía la pena luchar.

Cuando estaba en los 20 años, era casi perfectamente consciente del mundo en que vivía, del país donde habitaba y de la ciudad adonde pertenecía.

Cuando tenía 20 años era un izquierdista de corazón y de ideología y un rebelde de sentimiento y tenía el orgullo de decir que me echaron del servicio militar y me degradaron por desobediencia...orgullo que me dura hasta el día de hoy.  Cuando tenía 20 años me fui de la Democracia Cristiana para no avalar su  alianza política con la derecha y contra la Unidad Popular, y formamos entusiastas la Izquierda Cristiana en Magallanes y me comprometí en el proceso de la Unidad Popular, desde una postura crítica, pero que exigía un compromiso personal y político total.

Cuando tenía 20 años, hacía varios años que había vivido mi adolescencia desobediente y estaba completamente convencido que el mundo giraba hacia la izquierda, aunque los tanques y las balas venían desde la derecha...del camino.

Cuando tenía 20 años fui parte del gobierno de la Unidad Popular en Magallanes y a mucha honra.

Cuarenta años después, volvería a repetir el mismo camino.

Manuel Luis Rodríguez U.

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