NEGATIVA AL
AEROPUERTO: FUE UNA OFENSA NO UNA
RESPUESTA
Antes de escribir esta crónica en esta fría
mañana natalina, pensé si sería atinado escribir aún impactado por la decisión centralista, de no dar las platas para la
modernización de nuestro
aeropuerto. En un programa radial del
día sábado ya presumíamos que las noticias no serían buenas.
La llamada siempre triunfante del Alcalde Paredes, no llegaba desde la capital. Significaba que
los burócratas de turno nos negaban la posibilidad de romper nuestro
aislamiento.
Digo de turno, porque para mí el centralismo
es transversal y está basado en la
ignorancia de los gobernantes por estos lejanos territorios. Como dirigentes gremiales también nos tocó
luchar contra este mal, enquistado en Santiago y Punta Arenas en los gobiernos de la Concertación. Claro que los funcionarios
eran más civilizados y sensibles a decir que no. Porque la cerrada de puertas en las narices a
Intendente, Gobernador y Alcalde el fin
de semana, me parece denigrante.
La negativa puede venir de funcionarios de gobierno,
que revisan hasta el fondo los
cajones de sus escritorios ante la
inminente partida, pero queda en evidencia
la escasa comprensión de ciudadanos, que desde el centro del país poco o nada
comprenden nuestra sobrevivencia en la Patagonia.
Porque
tenemos conciencia que llevamos sobre nuestras espaldas la
responsabilidad de cuidar territorios menospreciados, irracionalmente por el
poder central, es que nos sentimos acreedores
de adelantos como un aeropuerto, una eficiente conectividad marítima y digital.
Que no se olvide Chile entero que estamos custodiando al país, el 10
por ciento de su territorio; que
administrativamente somos los vigilantes atentos del campo de Hielo
Patagónico Sur. Que durante 30 años Puerto
Natales dependió del trabajo entregado por la República Argentina
en sus yacimientos carboníferos; donde todo fue ahorro para el Estado chileno y su erario nacional.
Que vengan los burócratas del poder central, a mirar como del otro lado de la frontera está
la otra versión, de lo que debiera ser la Patagonia. Hace
unos días, la Presidenta Fernández vino a dar por
iniciados los trabajos en las dos centrales hidroeléctricas en el Rio Santa Cruz con un aporte de 4000 millones
de dólares ( en lenguaje centralista 8
nuevas líneas de metro); pronto a iniciar su funcionamiento la Central termoeléctrica de
Rio Turbio ( otra línea del metro en inversión).
Confieso que
nunca en los últimos cuarenta
años, el centralismo nos había golpeado tan fuerte con una respuesta, como la que hoy conocemos.
Es de una crueldad absoluta. Espero pronto llegue la reacción
presidencial ante tamaña agresión a los
natalinos. Sólo por decisión política
presidencial esta ofensa a la comunidad
natalina puede enmendarse. Esperaremos la respuesta de Sebastián Piñera.
RAMON ARRIAGADA
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