La
paralización que los funcionarios del Registro Civil e Identificación
hemos debido emprender
cumple, se inició ya hace casi 20 días. Ha quedado a la luz, al menos
en parte, la importancia y la diversidad de las tareas que prestamos a
nuestro país. Como es normal, al estar siempre ahí, el esfuerzo que
realizamos para que Chile funcione se invisibiliza
y termina por parecer como si no existiera. Es una triste circunstancia
que tenga que desaparecer lo que se tiene para que se valore.
Vemos
los costos de la paralización, no somos de hierro, es a nosotros a
quienes acuden las
personas para solicitar los documentos que requieren, pero no nos ha
quedado más alternativa. Desde hace más de dos años que venimos
planteando al Ministerio nuestras demandas; básicamente se nos ignoró
por todo ese tiempo, y sólo mediante pequeñas movilizaciones
(marchas, retraso en la hora de inicio) fuimos recibidos. No obstante,
el fondo de nuestras demandas no fue escuchada y se desconocieron
incluso acuerdos a los que habíamos llegado previamente. Hemos sido
pacientes y hemos esperado, pero no podemos esperar
más. La alternativa es que terminara este gobierno y tener que empezar
todo de nuevo, conocemos las necesidades de las personas que utilizan
nuestros servicios, pero también somos responsables de nuestras
familias.
Sólo
después de dos semanas de paralización, la ministra Patricia Pérez se
ha dignado a entregar
declaraciones públicas. Es un perfecto reflejo de la actitud del
gobierno: sólo mediante la movilización se consiguen cosas. Junto a ello
vienen las amenazas, se prometen descuentos y otras represalias; no
tenemos miedo, hemos llegado a este punto después
de agotar todos los demás caminos. Las amenazas se producen únicamente
porque no hay más argumentos. La Ministra vocera nos ha recordado hoy
que el sueldo de todos los funcionarios públicos sale de todos los
chilenos; nos tomamos la libertad de recordarle
a la ministra que con su sueldo, y el de 8 de sus colegas ministros,
solucionamos la diferencia en la negociación y levantamos el paro.
Cada
funcionario del Servicio está conciente de cada carta enviada al
Ministerio y no contestada
(extraviadas según nos dijo la Ministra Pérez), de cada promesa
incumplida, y de todo el tiempo en espera de respuesta. Por eso los casi
tres mil funcionarios de todas las regiones del país, permanecemos
firmes en la movilización, convencidos que lo que se
pide es justo, y decididos a mantener la medida de presión hasta las
últimas consecuencias. Hemos recibimos la solidaridad de múltiples
organizaciones así como de la ANEF y la CUT, no descartamos incluso
radicalizar aún más la movilización.
Con
la misma firmeza que descartamos las amenazas del gobierno, reafirmamos
nuestra disposición
al diálogo, con la mayor celeridad, a la hora que sea y en el lugar que
sea, sin condiciones y con la mejor voluntad de llegar a acuerdos.
Esperamos que el gobierno no siga extendiendo innecesariamente esta
situación que a nadie beneficia.
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