Para analizar el primer debate presidencial de la oposición, hemos de distinguir el fondo de la forma, separar los temas de contenido de la forma de su presentación.
CONTENIDOS Y TEMAS.
El primer debate presidencial de la oposición abre una nueva fase de desarrollo de la campaña para las primarias del 30 de junio. Se intensifica el debate público y se pone en tensión del debate programático. Los cuatro candidatos de la Nueva Mayoría pusieron en discusión ante la ciudadanía algunos de los temas de la agenda política actual: nueva Constitución, matriz energética, reforma tributaria, educación pública gratuita, salud pública, y algunos temas "valóricos".
El primer debate presidencial puso de relieve que el proceso de dialogo programático de la oposición no está completado, que la discusión en torno a los grandes cambios estructurales que demanda la ciudadanía no está concluido y que sigue siendo un proceso de construcción.
El primer debate presidencial puso de relieve que el proceso de dialogo programático de la oposición no está completado, que la discusión en torno a los grandes cambios estructurales que demanda la ciudadanía no está concluido y que sigue siendo un proceso de construcción.
En el esquema "derecha-centro-izquierda" o en la lógica "conservadores-progresistas-liberales", nos parece haber observado a José Antonio Gómez en una postura más liberal, avanzada y progresista, a la candidata Michelle Bachelet buscando equilibrios en el centro del progresismo, mientras Velasco y Orrego se situaron en una postura general más conservadora y neoliberal.
Pero quedaron ausentes del debate presidencial otros tópicos relevantes de la actualidad y que interesan a muchos conciudadanos.
Así por ejemplo, ni una palabra sobre la regionalización, la descentralización y las autonomías regionales, en un momento social en que las regiones y comunas afectadas por las políticas neoliberales centralistas y por el centralismo administrativo del Estado que golpean y perjudican los intereses de los ciudadanos: allí están los ejemplos de Arica, Calama, Freirina, Quellón, Aysén, Magallanes, Valle del Huasco.
Ni una palabra sobre las necesarias reformas laborales.
En el mismo momento en que las grandes organizaciones sindicales y gremiales, y los trabajadores públicos y privados reclaman por una nueva institucionalidad laboral, un nuevo Código del Trabajo y un nuevo Estatuto Administrativo, un nuevo sistema previsional, una real reforma tributaria, el derecho a huelga y negociación colectiva, entre otras demandas, el primer debate presidencial no recogió ninguna de estas aspiraciones del movimiento social y ciudadano.
Ni una palabra sobre el problema de los pueblos originarios y en particular del pueblo mapuche. Silencio ominoso de los candidatos frente a un tema de alta sensibilidad dado el elevado nivel de represión y de violencia policial y estatal de que son víctimas.
Ni una palabra sobre el problema de los pueblos originarios y en particular del pueblo mapuche. Silencio ominoso de los candidatos frente a un tema de alta sensibilidad dado el elevado nivel de represión y de violencia policial y estatal de que son víctimas.
Estos temas nos parecen relevantes, porque a una parte importante de la ciudadanía le interesa definiciones claras, compromisos políticos de gobierno y que, en nuestro análisis, no fueron abordados suficientemente en el primer debate presidencial de la oposición.
En síntesis, las preguntas pendientes son más importantes que las respuestas conocidas.
FORMA Y FORMATO.
La forma de un programa televisivo donde se confrontan las propuestas de candidatos, determina con frecuencia el resultado. Nos parece que, por su formato, este primer debate presidencial de la oposición fue más bien una conferencia de prensa con cuatro entrevistados, una suerte de foro-panel, antes que un verdadero debate o diálogo en que los participantes hubieses confrontado sus propuestas en mutuo diálogo.
Nos parece relevante mencionar que la participación de los ciudadanos fue de menor relevancia en el desarrollo general del programa y en la incidencia de los temas que plantearon.
En este contexto, la encuesta de Imaginacción y Radio Cooperativa (que adjuntamos), resulta interesante por el impacto que tuvo el programa sobre los televidentes. La candidata del PS, PPD, PC, MAS, PRSD e IC Michelle Bachelet alcanzó los más altos porcentajes de aceptación y de opiniones positivas de los encuestados al término del debate, en cuanto a entender mejor los problemas del país, mayor cercanía, experiencia, realismo, valentía, sinceridad y tolerancia, siendo superada solo en el tópico impulsividad por el candidato del PRSD José Antonio Gomez.
Manuel Luis Rodríguez U.
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