Después del 30 de junio

Las elecciones primarias del 30 de junio, serán sin duda un momento clave en el proceso político  en Chile, un punto de inflexión en las decisiones que apuntan a la presidencial de noviembre.   

Los resultados de la elección primaria presidencial del 30 de junio van a despejar la incógnita de quienes serán los candidatos para la papeleta del 17 de noviembre tanto de la derecha como de la coalicion emergente Nueva Mayoría, conoceremos el verdadero grado de adhesión que concitan los candidatos presidenciales, en tantro que los números reflejarán el estado de la opinión pública y ciudadana en relación con la elevada abstención de las municipales del 2012, y  necesariamente se va a producir un reacomodo de los actores políticos y en la configuración de las fuerzas opositoras alrededor de un sola candidatura presidencial y un programa común y compartido.

Incluso si en las elecciones de consejeros regionales del 17 de noviembre, a las que no se les ha prestado demasiada atención, se repiten los resultados obtenidos por los partidos y coaliciones políticas en las municipales del 2012 (la derecha en una sola coalición y la Nueva Mayoría en una sola coalición), la derecha habrá perdido la mayoría en todos los Consejos Regionales del país.   Y no se trata de "sacar cuentas alegres", sino de advertir y subrayar la importancia de la coyuntura política a la que nos estamos acercando.

La discusión programática en el arco opositor se va a expandir después del 30 de junio y se terminará de configurar la lista única parlamentaria y a consejeros regionales, al mismo tiempo que el debate público y político se va a acentuar.  Esta será la primera gran contienda electoral en que un amplio arco opositor apuntará a desalojar a la derecha del gobierno, después de casi 4 años de una gestión fallida, en un contexto en que están siendo cuestionadas por la conciencia y una creciente movilización ciudadana algunos de los pilares de sustentación del modelo neoliberal de desarrollo y el Estado subsidiario que lo mantiene.

Esta es la línea de demarcación que separa a unos de otros.

No perdamos de vista lo esencial: este 30 de junio y el 17 de noviembre se juega ideológica y políticamente una perspectiva de cambios estructurales al sistema neoliberal y eso lo entienden o intuyen lúcidamente la mayor parte de los actores sociales y políticos.     Cuando los ciudadanos reclaman por un cambio de Constitución y el fin del sistema binominal, cuando protestan contra la estafa masiva de las AFP, cuando reclaman por una educación pública gratuita y de calidad y exigen fin al lucro en la educación y en la salud, están cuestionando algunos de los fundamentos del sistema neoliberal, construido hace 30 años atrás por la derecha gobernando con la dictadura.

Detrás de la perspectiva de las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales del 17 de noviembre, está la posibilidad de iniciar un camino de convergencias políticas y sociales amplias que permitan emprender cambios estructrurales del modelo neoliberal vigente y esa es la causa principal del esfuerzo sostenido de actual gobierno por generar -lo antes posible en el Congreso- numerosas "leyes de amarre" que consoliden aún más este sistema de dominación basado en el lucro y en el abuso.

Con una ciudadanía en pleno despertar, reclamando contra el lucro en la educación, en la salud, en la previsión y las AFP, por un conjunto  transversal de demandas, después del 30 de junio, se abre un escenario de cambios socio-políticos de vital influencia para después del 17 de noviembre.

Por estas razones, votamos en las primarias del 30 de junio.

Manuel Luis Rodríguez U.