Queremos una convergencia que vaya del centro a la izquierda - Diputado Lautaro Carmona

¿A una semana de haber dado el  apoyo a Bachelet, cómo ve el panorama político?

Todo indica que la decisión que tomó el Partido Comunista era la correcta. Va a impactar positivamente como una contribución al trabajo con vista a las primarias y ha sido valorado por otros sectores vinculados a la campaña de Michelle Bachelet. Tengo un balance positivo, sobre todo por la reunión que tuvimos con ella y la reacción dentro de la influencia del PC y los sectores que estamos sosteniendo la candidatura con vista a las primarias.

-¿Hay conflicto interno? 

Se habla en los medios de sectores al interior del PC que se oponen a lo decidido.
-Es un debate público que tuvo su tiempo. Evidentemente en el debate todos tienen derecho a expresar su opinión. Esto no es una cosa mecánica, pero los argumentos del comité central son sólidos, tienen directa coherencia con nuestra política y estaba dentro de las alternativas evidentes que iba a adoptar el Partido Comunista. Lo demás es argumentar más y, si en algún  punto se requiere más conversación, no tengo dudas que vamos a hacer lo que corresponde para que a fin de cuentas, a la brevedad, todos los comunistas estén vinculados a la decisión del partido.

-¿Se va a sancionar al que no haga campaña por Bachelet?

-No me pongo en esa opción. No pasa por temas disciplinarios, sino por temas de conciencia y la conciencia viene de un conocimiento de causa de la anchura de nuestra política y la empatía que los militantes que elaboran esa política a través de un debate nacional, que son los congresos. No creo que dé lugar a medidas internas ni nada parecido. Estoy convencido de que el conjunto de los militantes va a implementar con entusiasmo  una decisión que está  vinculada a un propósito mayor que busca el PC, que es crear condiciones para que una nueva mayoría social y política sea la fuerza suficiente para empujar cambios y transformaciones todavía más profundos que exige con urgencia la situación política del país y sobre todo la situación que viven los trabajadores y el pueblo de Chile.

-Durante 20 años el PC criticó duramente a la Concertación. Le dijo a su electorado que la Concertación tenía un camino equivocado. ¿Cómo convencerlos ahora de lo contrario?

-Hay un par de datos de realidad. En la batalla presidencial anterior, el candidato de la Concertación perdió, ganó la derecha. Lo segundo es que el ejercicio del Gobierno de derecha vino a develar las prevenciones que teníamos frente a un fenómeno como éste: la profundización del modelo neoliberal, la exageración de  un modelo que tiene beneficios muy minoritarios de gran concentración de la riqueza y cómo se han afectado los intereses de los trabajadores. Lo otro muy significativo es cómo el movimiento social empezó a tomar la palabra y empezó a expresarse en los escenarios naturales abiertos y públicos, marcó una agenda ineludible en temas como educación, salud, corrección de las brechas de desigualdad por la vía de una reforma tributaria. Son temas que no estuvieron en primer orden en la situación pasada.

"Quiero valorar la manifestación de la propia Michelle Bachelet que plantea construir una nueva mayoría social y política, en que cada uno concurra desde su identidad, en iguales condiciones  y en la que el centro que lo articule sean las propuestas programáticas para la construcción de un Chile  mucho más inclusivo, mucho más democrático y mucho más participativo".

-¿Están consciente que en esa nueva mayoría estarán los que propiciaron la construcción de las termoeléctricas, los que pidieron aplicar la Ley Antiterrorista a los mapuches, los que crearon el CAE y no cambiaron la educación?

-Es que tú tienes que vivir en el mundo real.  Esto significa que cuando te dispones a construir la más amplia unidad para una nueva mayoría, estás de hecho planteándote que eso va a tener una gran diversidad y dentro de aquello la identidad de cada uno evidentemente se puede reivindicar para ser respetada.  Luego vendrá un debate como son para nosotros los procesos de unidad y lucha: unidad, porque es la fuerza que hace falta para esas transformaciones y lucha en cuanto a las ideas que deben ponerse y el punto de partida de las que no se hablaba antes.

"Se habla hoy día de una nueva Constitución, se habla hoy día de una reforma tributaria real y drástica, se habla hoy de una política de Estado en educación y salud que garantice el acceso universal en calidad y en cobertura, se habla hoy día de reformas laborales profundas que den poder al movimiento sindical para que pueda estar en condiciones de defender sus ingresos y superar la brecha de desigualdad por esa vía, y así podemos abordar diversos temas que están planteados hoy. En esa convergencia, de gran diversidad, habrá diferencias y habrá que hacer que cursen a través de un debate de ideas y el árbitro más claro será cómo lo asume la sociedad chilena organizada".

Convergencia con la DC.

-Ustedes hablan de seguir en las calles. ¿Cómo evitarán que en un eventual Gobierno de Bachelet los movimientos sociales no parezcan una herramienta contra el Gobierno?

Tengo el concepto de que la manifestación de la democracia representativa es más sólida mientras que se vincule con la democracia participativa. No veo una dicotomía excluyente entre la manifestación de los movimientos sociales y las políticas institucionales. No hay mejor fuerza para un Gobierno que contar con el discurso y la organización de los movimientos sociales.

-Claudio Orrego insiste en que debe haber una coalición de centro izquierda y no una de izquierda, que sería una que incluyera al PC. ¿Cómo responden a eso?

-Nosotros no estamos postulando una convergencia sólo de izquierda. Una nueva mayoría supone una convergencia del centro y de la izquierda. Lo que está ocurriendo es una convergencia con identidades desde el centro y de la izquierda. No es un tema actual del Partido Comunista. Si revisamos la historia, conquistado el Gobierno popular de Salvador Allende y viendo el respaldo electoral que permitió la elección de  Allende con el 36 %, el Partido Comunista fue una de las fuerzas que bregó junto con el Presidente Allende para buscar puntos de acuerdo con la DC, basados en el programa de Radomiro Tomic.