Discurso Cuenta Pública Diputada Carolina Goic
Punta Arenas, 13 julio 2013
Hoy quiero
saludarlos y saludarlas, veo a mucho a amigos y amigas de punta arenas, saludar
especialmente a quienes han venido a acompañarnos
desde otras comunas, de Primavera, Porvenir, Puerto Natales y Torres del Payne, y a muchos que sé les hubiera gustado estar
acá y nos han hecho llegar sus saludos.
Generalmente al
iniciar el discurso uno parte saludando a las autoridades, yo hoy quiero
iniciar estas palabras saludando en primer lugar a las mujeres, los hombres
trabajadores, los adultos mayores, las personas del mundo rural, los niños y
niñas que nos acompañan, a los dirigentes sociales y gremiales. También a las
autoridades presentes que ya han sido mencionadas.
Tras dos períodos
de diputada, he querido compartir con ustedes los principales logros de mi
gestión, las leyes que he impulsado, los temas en que he podido hacer un aporte
desde lo legislativo, también recordar los proyectos en curso y aquellos donde
aún queda trabajo pendiente. Lo hago como una forma de dar cuenta de mi labor, respondiendo a la confianza que miles de
magallánicos, muchos de ustedes han puesto en mí para representarlos.
Difícil tarea,
resumir 8 años de trabajo y en un tiempo razonable.
No puedo partir
sin recordar el momento en que tomé la decisión de ser candidata a diputada por
Magallanes. No era una decisión simple, en mis planes jamás había estado esa posibilidad,
yo trabajaba en la
Secretaría de Planificación Regional hoy Ministerio de
Desarrollo Social. Participaba en política en la Democracia Cristiana,
herencia que me dejó mi padre, Pedro Goic, pero nunca había sido candidata a un
cargo de representación popular. Y fue la insistencia del entonces presidente
de mi partido, Adolfo Zaldívar, a quien recuerdo con cariño, que terminó
convenciéndonos. Y hablo a propósito en
plural, pues no fue una decisión sólo mía sino más bien familiar, que tomamos
en conjunto con Christian, mi marido,
entendiendo que su apoyo incondicional y el de mis hijas era fundamental.
En ese tiempo sólo estaba la Catita
con tres años, ahora está también la
Ale, ambas nos acompañan en este acto. Y es que nos
embarcábamos como familia en esta aventura de trabajar por la región desde un
espacio distinto al que ya lo venía haciendo desde la Secretaria de
Planificación Regional en los ámbitos sociales y de inversión pública.
¿Recuerdan el
slogan de la primera campaña?
El slogan de la
primera campaña fue “hay tanto por
hacer” y es que el principal
compromiso que asumí en esa oportunidad,
fue trabajar en forma rigurosa y constante, escuchando a los vecinos y
vecinas, a ustedes, para construir un camino en conjunto. Sin prometer
imposibles como vemos muchas veces y lamentablemente en tiempo de elecciones. Con
mucho respeto a las expectativas que se generan sobre todo en las personas más
sencillas.
Hicimos una
campaña distinta, con pocos recursos y mucha creatividad, con manos amigas que
se sumaron en el desafío de avanzar en los temas prioritarios para la región. Y
me entregaron un gran respaldo. Hoy les digo aquí reunidos: “Gracias por respaldarme con la primera
mayoría en ambas elecciones”.
En mi trabajo
como legisladora han sido prioritarios los temas sociales, tal cual como lo
conversamos cuando golpeé las puertas de muchas familias del Chile Solidario,
de los adultos mayores, de los discapacitados, de mujeres con las que habíamos
llevado a cabo distintos proyectos. El espacio del parlamento significaba la
continuidad de mi trabajo a favor de ellos, pero desde un espacio
distinto, ya no desde el gobierno como en el año 2006 si no
que desde el Congreso Nacional. Y es que la principal tarea de un diputado es
legislar, realizar propuestas de ley que denominamos mociones parlamentarias o
tramitar las propuestas de ley del ejecutivo, aquellas que envía el gobierno.
Uno de los
primeros logros ya como diputada, fue a favor de los adultos mayores, ustedes saben que siempre han sido mis regalones y
regalonas. Me refiero a la aprobación de la reforma previsional, que permitió garantizar para muchos de ellos
pensiones básicas solidarias. Pero no sólo benefició a los adultos mayores, de
hecho reconocimos la maternidad en el
bono por hijo nacido vivo y las mujeres dueñas de casa, por primera vez en la
historia de nuestro país, contaron con una pensión. Una reforma previsional que
marcó un hito en la política pública hacia el adulto mayor, que era considerado
como un sujeto de derecho, ya no una carga de hijos y por lo tanto debía, por
ley, contar con los recursos mínimos para enfrentar la vejez. Esto implicaba
por ejemplo, que en la ficha de protección social no se le asignara al adulto
mayor el sueldo de la hija o del yerno con quien vivían, reconocer su propia
realidad.
Así también,
avanzamos en la protección de los mayores más vulnerables, aquellos que están
postrados o no se valen por sí mismos y dependen del cuidado de otros. Es así
como incorporamos al adulto mayor en la
ley de violencia intrafamiliar, penalizando no sólo la violencia física,
sino también la sicológica, el abandono y el abuso sobre su patrimonio.
Junto a lo
legislativo, aumentamos la oferta pública para proteger al adulto mayor
impulsando en la Región,
como pioneros, el primer centro de larga
estadía financiado por el Estado en el país. Recuerdo cuando con varios de
ustedes pusimos la primera piedra. Ahora lo vemos levantado en calle Hornillas.
Así también las primeras viviendas para adultos mayores habilitadas por el
SERVIU, los proyectos de viviendas tuteladas en Punta Arenas, Puerto Natales y
Porvenir.
He tenido el
honor de ser la primera mujer diputada
de Magallanes, en un momento histórico en la participación política de las
mujeres pues mi llegada al congreso
coincidió con la elección de la primera mujer presidenta de Chile, Michelle
Bachelet. ¡Que tremendo privilegio!
El compromiso en
la defensa de los temas de género era una prioridad, una deuda que teníamos que
saldar como país, y pusimos el énfasis en terminar con situaciones que más nos
avergüenzan como sociedad, el flagelo de
la violencia intrafamiliar. Logramos aprobar la ley de femicidio que impulsamos junto a un grupo de diputadas.
Recuerdo cuando en la tramitación legislativa del proyecto, varios colegas
cuestionaron incluso el término femicidio, nos decían que era cosa de mujeres,
que no era necesario un término distinto. ¿Qué sin sentido? Cuando en las
portadas de los diarios veíamos con espanto las noticias de brutales agresiones
contra mujeres en manos de sus parejas como las que recibieron Jaqueline
Leyton o María Gabriela, embarazada casi
de término y quemada en un auto, o mujeres muertas a puñaladas, a sangre fría
como objetos en manos de sus parejas. ¿Cómo no íbamos a insistir con fuerza? Con esa convicción, llenamos las tribunas de
mujeres el día de la votación y quienes se oponían no fueron capaces de sostener
sus errados argumentos bajo la mirada vigilante de las mujeres en la sala del
Congreso. Y tuvieron que votar a favor, no se atrevieron a votar en contra y
aprobamos la ley.
El tiempo nos
dio la razón y se mostró una realidad que las estadísticas escondían, la
sociedad chilena ha ido tomando conciencia de ella y de la necesidad de
cambios. Se dio paso a las campañas de prevención y a la necesidad de nuevos
modificaciones legislativas para proteger a las mujeres.
Pero la mujer no
sólo sufre violencia física, otro ámbito
donde existen claros abusos es en el campo laboral. Por eso he llevado a cabo
una férrea defensa de las mujeres
trabajadoras, partiendo por las más sencillas. Porque costaba creer en
nuestro código del trabajo las
trabajadoras de casa particular puertas adentro no tuvieran derecho a días
festivos o que las más de 250 mil mujeres que se desempeñan en esta labor tan
sólo les correspondiera el 75% del salario mínimo, que se reconoce al resto de
los trabajadores. Los proyectos de ley
que presentamos permitieron igualarlas en ambos sentidos, tanto en el derecho a
descanso como en el salario mínimo, eliminando discriminaciones tan
inaceptables como injustificadas.
Hoy continuamos
en la dignificación de su labor, avanzando en la reducción de su jornada a las
ocho horas diarias con reconocimiento de horas extraordinarias, proyecto que
espero termine su tramitación en los próximos meses.
De la misma
manera trabajamos junto a las mujeres
manipuladoras de alimentos, quienes eran contratadas por 10 meses al año,
sin derecho a vacaciones o a la estabilidad que sí tenía la empresa que ganaba
la licitación por tres años. Hablamos de las mujeres que preparan el alimento
para cientos de niños y jóvenes en escuelas, liceos y jardines infantiles. Ellas
con remuneraciones cercanas al mínimo, eran finiquitadas año a año con la
inestabilidad que eso significaba. Para ellas logramos en el parlamento que por
ley se las resguardara y se les pagara también los meses de enero y febrero,
reconociendo su continuidad laboral. Hoy muchas mujeres no sólo de Magallanes,
sino que de todo Chile, viven más tranquilas gracias a ello, y han seguido
luchando por mejorar sus condiciones laborales y saben que en esa pelea cuentan
conmigo.
En este tiempo
también he visto con orgullo como dirigentes locales con quiénes hemos dado
muchas batallas hoy son destacados líderes nacionales. Es que fuimos
aprendiendo y creciendo juntos.
Recuerdo todas
las gestiones que hubo que hacer para
lograr el bono de zonas extremas para los asistentes de la educación, donde
unimos a las regiones extremas del norte con las del sur partiendo el trabajo
desde acá, desde Magallanes. Lo mismo hicimos con los trabajadores de las
universidades estatales que hoy también reciben este bono, estamos hablando de un
beneficio que significa a veces un sueldo adicional cada tres meses. ¿Cuántos
viajes a Santiago? ¿Cuántas veces tocamos las puertas del ministerio de
hacienda junto a Mónica Alvarez, junto a Pedro Pablo Ramos? Ellos son un
ejemplo y un orgullo para toda la región y grandes representantes de sus
respectivos gremios. En ellos veo representados a muchos dirigentes, los
esfuerzos de quienes han estado al frente de la CUT y la ANEF, muchos están aquí
presentes hoy y les pido un gran aplauso
para ellos por la labor que realizan día a día.
Y es que una de
las claves cuando hemos sacado adelante proyectos relevantes ha sido el trabajo conjunto con los dirigentes,
entendiendo que cumplimos roles distintos, acompañándonos, abriendo puertas y
defendiendo con fuerza en las comisiones y votaciones en la Cámara sus planteamientos.
Una de las fortalezas ha sido que ha primado siempre el respeto entre nosotros,
la complicidad, la construcción de confianza sin politizar la actividad gremial
y sin manipulaciones, con transparencia. Haciendo que confluyan nuestras
fuerzas por un objetivo común, mejorar las condiciones de los trabajadores y
trabajadoras.
Quiero decir
algo con mucha humildad y franqueza, mirándolos de frente. Siempre he puesto los intereses de los trabajadores de Magallanes por
sobre cualquier otro tipo de interés. Voté varias veces en contra de los
planteamientos incluso de mi propio gobierno, por propuestas de salario mínimo
que eran insuficientes, por proyectos que no daban garantías a los trabajadores.
Porque mi labor es defender a quienes día a día entregan lo mejor por Magallanes
y su gente.
Y hay propuestas
en que a pesar de los esfuerzos que hemos hecho, todavía no tenemos leyes
aprobadas. Por ejemplo, recuerdo que fue en mi primer año como diputada cuando
aprobamos una modificación al concepto de empresa en la Cámara de Diputados, que
permitía terminar con el abuso del multirut. Los trabajadores acá presentes
saben que ésta es una de las principales fuentes de abuso, la división
artificial de la empresa. Sin embargo, hasta hoy no se ha logrado transformar
en ley, a pesar de los esfuerzos que me consta han hecho senadores como Pedro
Muñoz en la comisión del Senado. Lo mismo respecto a las reformas que he
propuesto en materia de negociación colectiva y fortalecimiento sindical, para garantizar
el derecho a huelga efectivo, sin reemplazo. Estos temas sin duda son una deuda
que tenemos que saldar en un próximo gobierno.
Soy hija de un
funcionario público, mi desarrollo profesional también fue como funcionaria
pública y he trabajado codo a codo con muchos hombres y mujeres que día a día
demuestran la importancia de esta función. Conozco por lo tanto la diferencia
entre ser funcionario del Estado de Chile y ser funcionario del gobierno de
turno.
Por eso he
estado siempre disponible para acompañar con fuerza la defensa de trabajadores
despedidos en forma injusta por motivos políticos. Para promover proyectos que
respeten la carrera funcionaria, que terminen con la condición de honorarios o
la inestabilidad de las contratas. Proyectos que protejan los derechos de los funcionarios públicos, que reconozcan los
méritos y den la oportunidad a muchos de realizar su aporte profesional, sin
más consideración que sus capacidades.
Hemos dado en
conjunto la pelea por nivelar la
asignación de zona y para contar con una
jubilación con zona, que por lo demás no sólo debería ser una garantía de
los funcionarios públicos sino también de todos los trabajadores.
Un ámbito
donde logramos avances importantes, ha
sido en los derechos de los trabajadores
del comercio. Junto a ellos hemos luchado para recuperar el día domingo
para la familia, para el descanso. Pese a recibir bajos salarios, han sido
ellos mismos los que han reivindicado el valor de resguardar un espacio de
compartir en familia, por sobre la posibilidad de pagos extras. Gracias a ese
trabajo hoy el primero de mayo, navidad, año nuevo, el 18 y 19 de septiembre
son feriados irrenunciables para el comercio. ¿Por qué sólo el jefe iba a poder tomar el feriado más
largo? Y los hechos han demostrado que las personas se ajustan a los horarios
de los supermercados y las familias han podido compartir más en esas fechas. Me
siento orgullosa de ser autora de varias de estas iniciativas, así como
aquellas que aun se encuentran en tramitación para regular el trabajo de los
empaquetadores en supermercados.
He mencionado
varios derechos que debían ser respetados, pero sin duda la prioridad en un
país debe estar en resguardar los derechos de los más pequeños, de nuestros
niños y niñas.
(Continue leyendo)
Es en ese punto
donde creo haber tenido mi mayor logro
en estos años como diputada, al aprobar el posnatal
de seis meses.
Se trató de una
larga lucha que asumí junto al trabajo que ya venía realizando mi camarada y
amigo, el senador Mariano Ruíz-Esquide.
Lograr el
posnatal de seis meses implicó vencer una verdadera campaña del terror en
contra del proyecto. Se acuerdan cuando
se decía que esto sería lapidario para el empleo femenino, que no se
iban a contratar más mujeres y otra serie de falsos argumentos que no lograron
inmovilizarnos. Y por supuesto que seguimos
adelante con una causa que como mujer y como madre, tenía absoluta certeza de que era necesaria. Y los
hechos nos han dado la razón porque ha sido un proyecto bueno para los hijos e
hijas, para las madres y los padres y bueno para las relaciones laborales.
Cada vez que una
madre en Magallanes me para en la calle para agradecerme por el posnatal de
seis meses, por la posibilidad de haber amamantado a su hijo o hija y no tener la angustia de dejarlo a los tres
meses para volver a su trabajo, siento
que mi paso por la Cámara de diputados ha
valido la pena.
Al día de hoy
son más mil mujeres en Magallanes quienes han utilizado este beneficio y sobre
cien mil a nivel nacional. Mujeres y hombres también que han tenido la
posibilidad de estar con sus hijos y mejorar su calidad de vida. Y es que yo
creo que así, con cosas concretas se construyen mejores familias. ¡Cómo no me
voy a sentir feliz de eso! ¡Cómo no voy a contenta!
Y porque
aprobamos el pos natal, he querido dar un paso más en la protección de la
maternidad, se trata de garantizar que el
derecho a sala cuna. El cuidado de los niños hasta los dos años, para que
sea una realidad para todas las madres y padres trabajadores, no sólo en aquellas empresas que tienen 20
mujeres contratadas como señala nuestro código del trabajo. He presentado al
gobierno en más de una oportunidad, la propuesta para llevar esto a ser
realidad, lamentando que no haya existido la voluntad política para respaldarlo.
Pero por supuesto que vamos a seguir insistiendo.
También estamos
trabajando con las estudiantes,
ellas no tienen pre y post natal y sus
hijos e hijas tienen los mismos de derechos al apego, al amamantamiento y
cuidado que el hijo de una mujer trabajadora. Junto a los estudiantes estamos
tramitando el proyecto que busca garantizar el acceso a sala cuna en instituciones de educación superior.
Los niños y
niñas han tenido un espacio privilegiado en mi agenda, entender que son nuestro
mayor tesoro, pero que también es fundamental protegerlos. Una de las primeras
propuestas de ley que presenté tiene que ver con erradicar el trabajo infantil, garantizando que puedan continuar
sus estudios cuando excepcionalmente tienen que trabajar, prohibir las jornadas
nocturnas y resguardad su integridad en el caso de participar en espectáculos.
También logramos mejorar la legislación para perseguir a quienes abusan de los
niños utilizándolos en pornografía infantil, y con la ley del llamado “grooming” sancionamos el acoso sexual
por internet, es decir el falsear la información a través de un chat para
tratar de conseguir un encuentro con los niños y jóvenes con el fin de abusar
de ellos. Hoy hemos hecho más difícil el accionar de estos criminales al
castigar sus intentos cobardes de aprovecharse de la inocencia de nuestros
niños y niñas.
La próxima
semana presentaré una ley marco de protección
frente al embarazo adolescente, porque qué duda cabe de la deuda de nuestra
política pública en este ámbito. Las cifras nos delatan, de 240 mil nacimientos
al año, 40 mil son hijos de madres menores de 19 años.
Y todos sabemos
las implicancias que esto tiene en términos de mantener o acrecentar
vulnerabilidades, perpetuar el círculo de pobreza y limitar el desarrollo
personal de las madres, sobre todo cuando no cuentan con redes de apoyo o con
los recursos necesarios. Y pesar de que estas cifras no han disminuido, en
nuestro país hablar del tema sigue siendo un tabú. Hoy en Chile es necesario
que se garanticen espacios para hablar de afectividad y sexualidad libremente
con jóvenes y adolescentes, con claridad, acogida y cariño, poniendo el énfasis
en la prevención. Que las jóvenes cuenten en cada consultorio con un espacio
especial para ellas, distinto a aquel donde va su mamá o su vecina y hay
experiencias muy exitosas al respecto que necesitamos masificar. Es que las
leyes dirigidas a los jóvenes siguen siendo hechas desde la mirada que los
adultos tienen de ellos, cuando lo que debería primar es la mirada de los
jóvenes, respondiendo a sus prioridades a sus visiones de mundo y a sus
necesidades.
Cuáles son los
dos sueños de un padre, de una madre, que sus hijos puedan educarse y que
frente a un tema de salud se cuente con los recursos necesarios para poder
enfrentarlo. Esto último es mucho más complicado en una región extrema como la
nuestra. Por eso desde antes de ser diputada me alegro de haber tenido la
oportunidad de trabajar en los proyectos
de reposición de hospitales en Punta Arenas, Porvenir y Puerto Natales. Cuando
uno veía los planos en la oficina era difícil imaginar el impacto del nuevo
hospital clínico en funcionamiento. Ciertamente valió la pena el seguimiento,
la pelea en el presupuesto, para poder contar con esta infraestructura y
equipamiento. Fui parte de un sueño regional donde contribuyeron los consejeros
regionales, los intendentes de la época, la decisión de la ex presidenta
Bachelet y el equipo de salud de la región, encabezado por el director del
servicio.
Así también, con
gusto he contribuido a gestionar recursos adicionales para el funcionamiento de obras tan importantes
como la que se realiza en el centro de rehabilitación, y el apoyo a
organizaciones que trabajan con personas con capacidades distintas.
En el ámbito de
la salud, también he podido trabajar en temas nuevos, como el apoyo a aquellas
parejas que soñaban con ser padres pero no habían podido tener acceso a un tratamiento de fertilidad, por los
costos que esto implica. Desde este año FONASA entrega recursos para ello, los
esfuerzos que realicé como diputada con la “agrupación queremos ser padres” y
la disposición del equipo regional en el hospital han permitido que se cuente
no sólo con el financiamiento para tratamientos de baja complejidad sino
también con los recursos humanos y el equipamiento necesario. Hace un par de
días solicitamos a las autoridades respectivas aumentar los cupos para nuestra
zona, esperamos que esto se pueda convertir en realidad en las próximas semanas.
En mi trabajo en
el área de la salud el tratamiento que tuve que enfrentar para vencer el cáncer
que me afectaba, me dio una nueva perspectiva respecto a la manera en que
debemos, como país, combatir esta enfermedad. Es por esto que he asumido un
compromiso especial, para contribuir desde el parlamento a la creación de una política nacional contra el cáncer, que
incluya la prevención, la detección precoz, el acceso a diagnóstico oportuno y
tratamiento, al apoyo sicológico del enfermo y su familia así como la
investigación.
Con distintas
agrupaciones hemos estado tomando contacto y definiendo prioridades y acciones
conjuntas. Un primer paso que hoy yo
celebro es la incorporación dentro del plan de inmunización nacional de la vacuna contra el virus del papiloma humano,
que permitirá a partir del próximo año proteger del cáncer cérvico uterino a
todas las mujeres sin distinción de tipo económica como sucedía hasta hoy. Pues
sólo quien podía comprar la vacuna tenía acceso a la prevención. Hace tres semanas
concurrimos con el senador Mariano Ruíz-Esquide hasta la oficina del ministro
de salud, Jaime Mañalich, para pedirle que se incluyera esta vacuna. Y el
jueves recién pasado recibimos la noticia de que el ministro había acogido
nuestra solicitud. Se trata de un paso importante, pero sólo uno de muchos que
tenemos que dar en la batalla contra esta enfermedad que hoy es la segunda
causa de muerte en nuestro país.
A nivel regional
enfrentamos las dificultades propias de ser una zona alejada del centro, hemos
tomado contacto con el comité oncológico y de mamas en el hospital y valoro tremendamente
las iniciativas regionales como el programa de detección de cáncer de colon que
deben mantenerse y fortalecerse. Hoy el aumento de capacidades locales ha
permitido tratar ciertos cánceres en la región, evitando que muchas personas
tengan que dejar a sus familias para trasladarse a Valdivia o al centro del
país para hacer el tratamiento, pero sabemos que en eso queda mucho por hacer y
que necesitamos sumar todos los esfuerzos que se requieran.
De la misma
manera he comprometido mi apoyo con aquellas agrupaciones que hoy buscan
garantizar un tratamiento para enfermedades
poco frecuentes y con tratamientos de alto costo, así como aquellas que no
se encuentran cubiertas por el auge. Mi sueño, como el de muchos de ustedes, es
un país donde el acceso a la salud no sea privilegio de algunos, sino un
derecho de todos y todas.
Soy una
orgullosa mujer de esta tierra, con la camiseta de Magallanes bien puesta como
les sucede a cada uno y cada una de ustedes, por eso mi región siempre ha
estado antes que todo, la defensa de sus intereses, de nuestros recursos, de
nuestro patrimonio natural y cultural.
En este
recorrido de mi labor parlamentaria en estos dos periodos, recuerdo que una de
mis primeras gestiones, fue incluir en el
Fondo de Desarrollo de Magallanes, el FONDEMA, los recursos que se
generaban por la explotación de hidrocarburos en el caso de contratos con
privados. Es que este fondo que es exclusivo de nuestra región gracias al
trabajo de el senador José Ruiz di Giorgio, sólo contemplaba el aporte por parte de ENAP, como empresa
estatal. Esta modificación implicó un aumento de cerca de 3 mil millones
anuales que han servido para financiar proyectos regionales en el ámbito
productivo.
También defendí
con fuerza los recursos que
correspondían a la concesión de zona
franca, el 28% de los ingresos brutos, cerca de mil millones anuales que desde el
nivel central no se estaban entregando a la región. Recuerdo que en ese
entonces el ministro de hacienda Andres Velasco, tras una serie de oficios de
fiscalización, finalmente reconoció que tal como nosotros señalábamos, los
recursos que esta región aportaba iban a las arcas nacionales, y no quedaban en
la región como se había comprometido. Propuse una ley especial que fue aprobada
y que garantiza durante el tiempo que dura la concesión, hasta el año 2030, que
estos recursos ingresen directamente al presupuesto regional dentro de la ley
de presupuesto de cada año.
Desde esos años,
propuse que parte de los recursos adicionales, se puedieran destinar
regionalmente a apoyar actividades sociales de voluntariado. Como asistente social he conocido de cerca el trabajo
que hacen, en forma gratuita y desinteresada tantas personas y agrupaciones
para ayudar a los demás. Tras insistir por distintas vías en la creación de un
fondo especial para apoyar su trabajo, logramos que se estableciera en la ley
de presupuesto que hasta el 2% de los
recursos regionales se destinen a proyectos
sociales de este tipo.
Siento una
tremenda satisfacción cuando veo el testimonio de tantas agrupaciones como la Cruz Roja o ASODI, de
las Damas de Blanco, en fin, de tanta gente generosa que, tomando sus propias
palabras: antes tenían que mendigar para financiar sus acciones sociales. Hoy
cuentan por ley con un fondo propio, que debemos sin duda ir perfeccionando, pero
que les permite seguir haciendo su abnegada labor al servicios de los demás.
El trabajo
conjunto para lograr estar ley permitió también fortalecer la organización, la
red de voluntariado y destacar su rol. No puedo dejar de recordar que con este
fondo, que beneficia no sólo a la región sino que a todo el país, también
logramos garantizar el aporte que necesitaba el Hogar de Cristo para continuar
con su residencia en Punta Arenas, al igual que la obra del padre Hurtado en
distintas regiones.
¡Una vez más
desde Magallanes dimos el ejemplo y logramos un beneficio para todas las
regiones del país!
No es casualidad
que nuestra región sea conocida como la república independiente de Magallanes.
Nuestra ubicación geográfica y el duro clima que debemos enfrentar nos hace
distintos a otras zonas del país. Aquí, bien lo sabemos, el costo de la vida es
mayor y por lo mismo debemos avanzar en
herramientas que reconozcan y se hagan cargo de esas diferencias. Esto requiere
ir adecuando instrumentos como la famosa ficha de protección social, para que
no se castigue a nuestras familias con puntajes mayores al resto del país.
Necesitamos reconocimientos explícitos de nuestra realidad en las
remuneraciones, es así como logramos que se transforme en ley un antiguo anhelo
regional: que en aquellos casos en que se cobra la bonificación a la mano de
obra, se tenga que pagar al menos un 20%
más que el salario mínimo. Una modificación que permite avanzar hacia el
sueldo diferenciado y reconoce que es inaceptable el pago del sueldo mínimo en
una región como la nuestra. Me hubiera gustado que respecto del resto de las
normativas de excepción hubiéramos hecho una discusión más de fondo, hoy, con
algunas mejoras se prorrogaron hasta el 2025, sin embargo ha quedado demostrado
que no implican un salto cualitativo en el desarrollo regional. Queda pendiente la discusión de un estatuto
que ponga en valor a las personas en el territorio, que considere a las
comunidades locales y determinados sectores como prioritarios, me refiero
especialmente al sector turismo y de la energía, por ejemplo.
Y es que nuestra
región ha sido privilegiada desde el punto de vista de los recursos naturales y es uno de nuestros principales activos. Y sin
duda requieren de una explotación sustentable, por eso he estado siempre atenta
fiscalizando la trasparencia en procesos de adjudicación de terrenos fiscales,
el cumplimiento de compromisos asumidos por empresas frente a la explotación de
recursos naturales como el carbón, al margen que siempre he sido partidaria de
que no se explote por el impacto medio ambiental y paisajístico que tiene.
Sin duda la
lucha más importante que hemos dado en Magallanes en estos últimos años junto a
miles de hombres y mujeres ha sido frente al alza del gas. Una vez más estuvimos con los vecinos y vecinas, fui parte a su vez de la Mesa Negociadora
del Gas, que encabezó el obispo Bernardo Bastres , y defendimos a las familias
frente a modelo de mercado. Modelo que por cierto ignora lo que significa un
elemento tan importante y vital para los habitantes de esta tierra como es el
gas. Después de finalizado el conflicto, uno de los más grande que registra la
historia de Magallanes, se nos prometió una Ley de tarificación y efectivamente
el Gobierno cumplió con enviar una texto legal al Congreso, pero claramente no
es lo que nuestra zona requiere en esta materia. Prueba de ello es el propio
rechazo que esta normativa transversalmente, incluso por parte de los
parlamentarios oficialistas. Estuvimos en la región con la Comisión de Minería y
Energía de la Cámara,
para que los colegas diputados escucharan de primera fuente nuestros
planteamientos y conocieran nuestra realidad. Definitivamente esta Ley no
saldrá durante este periodo y sin duda deberá ser una prioridad en el futuro Gobierno.
Y es que lo que
tenemos que abordar seriamente para la región es una política energética de largo plazo. Esto es precondición para
nuestro desarrollo, una política que parta del reconocimiento de nuestra
realidad, de las necesidades de calefacción de las familias que requieren tener
garantizado un subsidio. Pero también que avance en la diversificación de la
matriz energética, en el uso de energías alternativas con incentivos efectivos
para ello. Una política donde el Estado asuma su rol, al respecto siempre he
defendido que nuestra Empresa Nacional
del Petróleo, ENAP puede y debe aportar mucho en esta discusión.
En lo personal
siempre he sostenido que este empresa estatal es de real importancia para el
futuro desarrollo energético de Magallanes, sobre todo cuando hoy, día a día se
habla de la crisis energética que vivimos en la zona, por ello, desde siempre ha realizado un trabajo coordinado y permanente con los
dirigentes nacionales y regionales de los sindicatos de trabajadores y
profesionales.
Hoy me acompañan
varios dirigentes de los sindicatos y también funcionarios de la empresa, y
delante de ellos quiero repetir una vez más una frase que he sostenido en
reiteradas ocasiones: “la Enap
y sus trabajadores son patrimonio de Magallanes y del país, por lo tanto
debemos defenderla por el desarrollo de la región”, y lo seguiremos haciendo.
Y es que he
tratado durante mi gestión defender principalmente
a los que no tienen voz, a los
consumidores frente a los abusos. Fuimos de los primeros parlamentarios en
denunciar la colusión en las farmacias, cuando nos acusaron de montar un show
mediático. Todo Chile siguió la investigación y esta semana, frente al acuerdo
que genera la justicia con los ejecutivos… comparto la desazón, la incredulidad
de los ciudadanos. Los delitos de cuello y corbata tienen que ser perseguidos
con penas de cárcel y durante las próximas semanas ya tendremos listo un
proyecto de ley para mejorar nuestra legislación al respecto.
Recolectamos
firmas, presentamos el proyecto y aprobamos la ley DICOM, fiscalizamos el uso de los registros históricos. También
fiscalizamos a las AFPs, se acuerdan
cuando por única vez con la presidenta Bachelet se aprobó un bono que no era sólo
para los jubilados del INP sino también para aquellos que tienen sus pensiones
en por las AFP. Bueno, pasaron meses y no llegaban los pagos y fue justamente
la denuncia de adultos mayores en mi oficina lo que nos permitió perseguir el
pago, las administradoras de fondos de pensiones, que habían recibido los
recursos del Ministerio de Hacienda tuvieron que cursar los pagos, el bono de
invierno llego para la primavera, para fiestas patrias, pero llegó.
Ser voz de los
que no tienen voz, quizás el mejor ejemplo son los funcionarios civiles del ejercito, hoy ya han recuperado su sueldo
íntegro, pero por casi dos años se les rebajó en un tercio por temas
administrativos con los que ellos no tenía nada que ver. Ellos son personas
honestas, sencillas y trabajadores, amantes de su institución, pero que no
habían sido escuchados. Logramos la presentación y aprobación del proyecto,
tras muchos llamados por teléfono y reuniones. Lo hicimos en conjunto y además
ellos descubrieron que su voz también puede tener peso en la medida en que se
organizan.
He tenido
durante estos años una especial preocupación por el trabajo en el territorio, con una labor permanente en las sedes de
las tres capitales regionales en Punta Arenas,
Natales y Porvenir. En las oficinas siempre han encontrado un equipo dispuesto
y preparado para atender y acompañar a los vecinos y vecinas.
Han sido miles
las derivaciones, los informes y los casos seguidos por los asistentes sociales
o las consultas de asesoría jurídica, el apoyo en proyectos, las reuniones para
acoger propuestas y para abordar los más diversos problemas locales. Puede ser
que hayan quedado algunas cartas sin responder, o quizás algún mail o alguna
petición, pero estoy segura que son los menos.
Nuestra oficina
ha sido una casa para todos y todas, que nunca ha dejado de abrir sus puertas
aun en los momentos más complicados como cuando, tras el aluvión, tuvimos que cambiar momentáneamente de
dependencias.
Por eso, me
permito este espacio que estamos compartiendo para agradecer a mi equipo de
trabajo por su constante apoyo.
Amigos y amigas,
he procurado que la transparencia y el
buen uso de los recursos sea una constante en mi labor. En las dos campañas
pasadas nos preocupamos de hacer un despliegue que no ensuciara nuestras
ciudades y que respetara a la gente. En cuanto a los gastos que realizamos siempre
hemos estado dentro de lo que la ley permite para el gasto electoral, porque
entendemos que la mejor campaña es el trabajo que se hace día a día, sin hacer
promesas que generen falsas expectativas a las personas, especialmente a los
más humildes.
Así mismo, he
asumido mi labor parlamentaria tratando de hacer el mejor trabajo posible, sin
olvidar nunca que si estoy en este cargo es por la confianza que ustedes
siempre me han entregado. Desde mi corazón agradezco sinceramente todo ese
respaldo que me compromete a seguir actuando con la misma seriedad y compromiso
que hasta ahora. Ejemplo de esto, es haber sido reconocida en más de una
ocasión como una de las parlamentarias
más activas y con mejor rendimiento legislativo.
Pero pese a
todos los logros que hemos alcanzado, aún hay temas pendientes y propuestas que
han quedado en el camino. Recuerdo cuando perdimos la votación por la ley de cuotas pues no logramos convocar
a la mayoría de los diputados detrás de la necesidad de equilibrar la
participación de hombres y mujeres en cargos de representación popular.
En otra
área, sentimos como una derrota la
aprobación de la ley de pesca,
también conocida como la ley Longueira, porque sabíamos que no era la ley que
beneficiara como queríamos a los pequeños pescadores y lo sabíamos porque
estuvimos trabajando junto a ellos, codo a codo, en la legítima defensa de sus
derechos, aquí están Pancho Lemus y Fernando Carmona, dos dirigentes de la
pesca artesanal, ellos saben de nuestra lucha, por cierto aprovecho la oportunidad
de saludarlos y reconocer su esfuerzo
y su entrega.
Otro de los
momentos difíciles fue cuando, por un voto, perdimos el informe de la comisión investigadora del lucro en
educación, en la que varios habíamos cifrado esperanzas en generar un
quiebre respecto de cómo se estaba tramitando la agenda legislativa en
educación y poder avanzar en cambios sustantivos hacia una educación de mejor
calidad que garantizara el bueno uso de los recursos públicos.
Quiero detenerme
un momento en el área de la educación, sobre todo en los sus estudiantes, bien
sabemos de las demandas que ellos han puesto en la discusión durante los
últimos años y que yo comparto absolutamente. El reclamo por una educación gratuita y de calidad. He
estado con ellos, los he acompañado en sus demandas e incluso he presentado
iniciativas que permitan proteger a sus dirigentes, como el fuero estudiantil.
No estoy de acuerdo con las cancelaciones de matrículas de dirigentes que
solamente plantean sus legítimas aspiraciones, me parece inaceptable que
existan instituciones educacionales donde no se pueda organizar un centro de
alumnos, no hablamos de quienes realizan desmanes en la vía pública, sino de
jóvenes que se forman como ciudadanos y que como tales quieren participar.
Durante los
últimos años, he sostenido un diálogo
directo con los estudiantes secundarios, con ello hemos hablado también de
participación y de educación cívica y hemos conversado acerca de nuestra labor
legislativa. Impulsamos desde la
Cámara de Diputados
los exitosos “Torneos Delibera”
en donde los estudiantes magallánicos han tenido cada año una destacada
participación aprendiendo a ser diputados.
Amigos y amigas,
esta hermosa zona llamada Magallanes ha sido construida entre todos, por
quienes nacieron en esta tierra y por quienes la han hecho suya, quienes han
llegado de diferentes zonas del país, de otras latitudes del mundo. En forma
especial saludo al pueblo Chilote
que tanto le ha entregado a la región desde la llegada de la Goleta Ancud con la Toma de Posesión del Estrecho
de Magallanes.
Pero también un
reconocimiento a nuestros pueblos
originarios en la persona de quienes son sus descendientes, a los hermanos
Selknam, Yagan, Kahuaskar y Mapuche Hüilliche.
Hemos avanzado
mucho en generar mejores condiciones de vida para los hijos e hijas de esta
tierra, pero en cada paso que damos encontramos nuevos desafíos. Sabemos que para
continuar adelante necesitamos redoblar nuestros esfuerzos siempre con la mayor
unidad.
Una región no se
construye trabajando entre cuatro paredes, sino que se construye entre todos,
con participación de cada uno de los representantes de la sociedad. ¡Aquí no sobra nadie y soy la primera en
estar detrás de ustedes para seguir trabajando!
Parafraseando a
nuestra gran Violeta, solo puedo decir “gracias
a la vida que me ha dado tanto”. Gracias también a Dios por haberme dado la
posibilidad de ser la primera mujer magallánica que llega al Congreso. Por
haber podido ser mamá, amamantar a mi hija seis meses y no dejar de lado mi
labor parlamentaria.
También quiero
agradecer el haberme recuperado del cáncer que me afectó. Fue una experiencia
dura, pero donde tuve el privilegio de sentirme querida y apoyada por mucha gente,
por mi familia, mis amigos, por ustedes, mi gente de Magallanes. Quiero dar las
gracias una vez más por toda esa energía. Agradecer a los pastores y al pueblo
evangélico, al mundo católico, pues no tengo duda que sus oraciones y
bendiciones fueron fundamentales en mi lucha.
Cuando revisaba
todo el trabajo realizado en estos años, vinieron a mi memoria muchas personas
que han sido claves, varios de ellos ya no están físicamente con nosotros y
quiero simbólicamente recordarlos todos,
a Don Kurt Escobar e Ines Ulloa como dirigentes de los adultos mayores. A
Yolanda Torres como dirigente vecinal, a
Zunilda Guenel, trabajando siempre por los pequeños comerciantes, a
Celia Oyarzo de las primeras dirigenta trabajadora de casa particular. Cómo los
extrañamos, pero que tremendo legado nos han dejado. Recordar también a mi
padre, Pedro Goic, de quien heredé mi vocación social. De él aprendí en el
ejemplo cotidiano de su trabajo por dignificar a los campesinos, que la
política puede ser una hermosa actividad de servicio público y de entrega por
los más necesitados.
Agradecer por su
puesto a mi familia, la extensa que también está aquí presente. A mis hijas que
han sido siempre maravillosas, que con justa razón reclaman porque su mamá esté
más tiempo con ellas. A mi marido Christian, que siempre ha estado al lado mío
con su apoyo incondicional, nada de lo que he hecho hubiera sido posible sin su
compañía durante todos estos años. Y a la María, que por primera vez nos puede acompañar en
un acto así, ella nos ayuda en la casa, y créanme que su apoyo ha sido
fundamental.
Vivimos tiempos
históricos, donde la ciudadanía nos
exige cambios profundos, donde se convierten en pasos ineludibles reformar
sistemas injustos como el de las AFP, realizar una reforma tributaria que
permita financiar educación de gratuita y de calidad pero también avanzar en
una distribución más justa de los ingresos, los cambios a nuestra constitución
y un nuevo código del trabajo. Todos desafíos en los que quiero seguir
aportando.
Les he hablado
de mi trabajo en lo social; en lo particular de las personas que viven en
Magallanes; mi mirada y acción como legisladora para todo el país y la mirada de futuro para un Chile que
necesita a Magallanes. Y es que nuestro país no puede seguir dando la espalda a
las capacidades de sus regiones, yo hablo hoy de la nuestra, Chile no es Chile sin un Magallanes potente
y desarrollado. Por eso el desafío de regionalizar, de avanzar en decisiones
con mayor autonomía. Para esa tarea yo hoy no sólo me siento con la fuerza
física y la salud necesaria, sino también con la experiencia, la claridad y sobre
todo las ganas.
¡Porque creo en
cada uno, en cada una de ustedes!
¡Porque creo en
Magallanes!
Muchas gracias.
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