SEGUNDA ÉPOCA

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domingo, 21 de julio de 2013

El predominio de la ultraderecha

A estas alturas, en el acelerado período final del gobierno de Piñera, es cada vez más evidente que hay dos derechas y dos coaliciones gobernantes: dos almas en un mismo cuerpo maltrecho.
En este contexto de tensiones y de conflictos abiertos y soterrados, al interior de la coalición de derecha en Chile, el problema del poder y de la hegemonía está zanjado hace tiempo: en las decisiones más importantes, en los temas cruciales como el sistema binominal, el sistema político, la educación pública y el lucro, la salud privada y el abuso de las Isapres, el Estado subsidiario, la Constitución de 1980, el futuro de las AFP, el control sobre las regiones y la centralización  de las decisiones, el partido que manda es la UDI.
En el gobierno de Piñera, la UDI manda y RN se somete.

El problema se agudiza cuando se constata que RN aparece como una colectividad dirigida por un presidente de partido que asemeja a un militante de la UDI, apenas disfrazado de liberal.  En el desprolijo manejo político y comunicacional de la coalición gobernante, el hombre RN propone y el dios UDI dispone.

Hace tiempo que las decisiones claves del gobierno, no se toman en el segundo piso de La Moneda, sino en el segundo piso de Suecia 286 en la comuna de Providencia.   

La actual crisis de la derecha, originada en lo profundo de una creciente percepción de fracaso y de derrota inminente, que le indican las sucesivas encuestas y las primarias del 30 de junio, está dejando al desnudo ante la ciudadanía, una vez más y por si hubiera alguna duda, que desde la cúpula de la UDI se articula la política de los hechos consumados, la política del realismo basado en el predominio y el uso intensivo de las puestas en escena comunicacionales, la política del patrón de fundo acostumbrado a ser obedecido por inquilinos sumisos.

¿Cabría preguntarse aún qué hace todavía RN dentro de una coalición, en la que funciona como vagón de cola de un tren cuya locomotora es la UDI y donde EVOPOLIS no es más que un pequeño "disfraz juvenil y light" de la misma ultraderecha que hegemoniza el poder?  

Cuando se observa el escenario político reciente en lo que va corrido este año 2013, fuerza es de constatar que RN ha hecho dos tentativas por tratar de pactar con la DC algún tipo de reformas políticas, practicando el expediente de pasar por el costado de su propio aliado de coalición.  

¿Qué pretende en definitiva RN, en el actual escenario político? ¿Jugar el juego de "aparecer como liberal" al lado de un aliado conservador y ultraderechista como la UDI, o marcar las diferencias suficientes para romper su coalición ante la expectativa altamente probable de la derrota el 17N?

En las luchas electorales existen dos causas principales del conflicto político: las tensiones que origina el reparto del poder ante la inminencia de la victoria, y las tensiones que origina el reparto de los despojos del poder y las responsabilidades, ante la inminencia de la derrota.
Aún así, cada partido y actor político expresa y representa determinados intereses de clase.  Lo que está claro es que en el actual esquema de poder de la derecha política, económica y comunicacional, la UDI representa, expresa y funciona como el aparato político e ideológico del conservadurismo neoliberal, es la extrema derecha de una derecha que no sabe dónde está su centro, es la brigada política del mundo integrista del Opus Dei, de los Legionarios, del pinochetismo nostálgico y decadente y de la alta clase empresarial burguesa ligada al gran capital financiero y comercial transnacional.
Y el resto de la retórica del "centro social" y de la "derecha popular", aparte de resultar poco más que fraseología de adorno y marketera para los medios de comunicación, aporta poco para conocer y comprender los verdaderos y profundos intereses de clase que dicho sector politico representa en realidad.

Manuel Luis Rodríguez U.

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