Una muy conocida
revista chilena, nos ha hecho caer en la
realidad de tener que aceptar, la disminución en la extensión de nuestro Parque
Nacional Torres del Paine. Lo conocimos con 242 mil hectáreas , cuando orgullosamente fue coronado como
Reserva Mundial de la Biósfera, por la
Unesco en 1978. El devenir no ha sido generoso con tan noble paisaje. Ha debido
sufrir los embates de quienes, a toda costa, lo han querido instrumentalizar
como escenario de negocios. Ha ardido por los cuatro costados, pero sigue
ahí maravilloso y dadivoso.
Hoy, debemos aceptar que a raíz de las delimitaciones
referidas al Campo de Hielo Sur, y
situaciones que tienen que ver con el cambio climático, además del retiro paulatino de los
glaciares, uno de sus lagos más emblemáticos como el Dickson,
al interior de nuestro Parque, ha pasado a ser un lago binacional compartido entre Chile y Argentina.
La pérdida de territorios de nuestra provincia de Ultima Esperanza, comenzó cuando a raíz de un
arbitraje (1991 -1997) manejado con criterio centralista,
debimos entregar Laguna del Desierto. En ese lugar del territorio
chileno, habitaban compatriotas, unidos legal y económicamente a nuestra
provincia.
Lo concreto es que Chile y su memoria colectiva, olvidó rápidamente el duelo de haber perdido
Laguna del Desierto. El tema de la
soberanía chilena, respecto de la más
importante fuente de agua dulce del continente americano, el Campo de Hielo
Sur, aisladamente ha sido tema de políticos y autoridades gobernantes. Diferente actitud la de nuestros vecinos, tan
embadurnados de la doctrina de la Soberanía por Presencia. En 1985 fundaron el bien dotado pueblo de
Chaltén e hicieron llegar una carretera asfaltada a los pies del monte Fitz
Roy. Han impuesto Chaltén como la
capital mundial de Trekking en Hielo;
sus caminantes pasean por
nuestras nieves eternas y nos saludan desde
el Paso Marconi, para luego bajar hacia Villa O¨Higgins, a lo mejor,
entonando… "si vas para Chile".
Puerto Natales, debería convertirse en el futuro en el centro
de los esfuerzos por posesionar a Chile en el Campo de Hielo Sur.
Aquí es donde deberá levantarse el anhelado Centro Científico para el
Cambio Climático. Nuestro muelle deberá
ser la entrada norte de la abandonada
estrategia de la Conectividad Austral.
Tendremos los lugares para que
hombres sabios estudien ecología, biodiversidad, glaciología, climatología,
hidrología. Demostremos grandezas
sin límites, como las cumbres del Campo de Hielo.
RAMON ARRIAGADA
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