SEGUNDA ÉPOCA

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martes, 28 de mayo de 2013

La Demanda de Magallanes y la Asamblea de la Civilidad: contribuciones para una historia de la lucha contra la dictadura en Magallanes

Hacia 1986 el movimiento opositor a la dictadura en Magallanes había ampliado su radio de acción y de influencia, se habían manifestado nuevos liderazgos y el cuadro político regional se encaminaba a un momento de decisiones.

Desde 1980 existía en Magallanes un conjunto de organizaciones políticas y sociales que reclamaban y actuaban contra la dictadura.  En el plano político, el Grupo de los 24 o Grupo de Estudios Constitucionales (liderado por la doctora Adriana Soto) era el referente opositor más notable.   El G24  había probado su capacidad organizativa, junto a la Coordinadora de Pobladores y otros grupos sociales organizados, creando las condiciones de organizacion para los cabildos vecinales de 1983 y el “Puntarenazo” de febrero de 1984.

 En la realidad, los únicos partidos que tenían alguna forma de organización real en Magallanes en el periodo entre 1980 y 1986 eran el Partido Democrata Cristiano, el Partido Socialista (dividido en dos sectores), el Partido Comunista y la Izquierda Cristiana.

La oposición social en la región estaba aglutinada alrededor del Comando Multigremial de Magallanes, el Grupo de los 24, el MUDECHI, la Coordinadora de Pobladores, el CODEJU y la Comisión de Derechos Humanos.

El texto integral de la DEMANDA DE MAGALLANES, suscrito en junio de 1986 en Punta Arenas dice lo siguiente:

“DEMANDA DE MAGALLANES

El Consejo de la ASAMBLEA DE LA CIVILIDAD DE MAGALLANES, formado por los representantes  de los organismos sociales que suscriben, acordaron por unanimidad de sus miembros, aprobar el texto íntegro de la DEMANDA DE CHILE e incorporar a ella, como documento complementario, esta

DEMANDA DE MAGALLANES

Reconocemos que Chile comparte hoy graves problemas de orígen común.  Consideramos que a estos se agregan realidades regionales que deben ser planteadas, discutidas y solucionadas en cada zona.   Magallanes presenta actualmente una desmedrada situación general que se ve agravada por sus especiales características geográficas y económicas.

Por lo tanto, este Consejo plantea:

1.-  Consideramos que una efectiva regionalización debe ser el marco institucional  en que se den las soluciones a los particulares problemas de esta región y por ello demandamos:

Que se origine una real descentralización administrativa en la toma de decisiones, que conduzca a que organismos regionales originen políticas coherentes a nuestra realidad en los campos de la administración, desarrollo económico, participación social y cultural.

2.- Toda vez que el desarrollo de esta región, requiere de una importante y efectiva participación del Estado y demás agentes económicos, los que deben velar por un armónico y significativo crecimiento y el resguardo soberano de nuestros recursos naturales, demandamos:

Un proyecto económico y social que se financie con la reinversión y utilización de parte de los recursos que genera la zona y que para este fin, se cree una Corporación Autónoma para el Desarrollo de Magallanes.

3.-  Porque las condiciones de vida de gran parte de la comunidad, se han deteriorado  un nivel ya casi insostenible, demandamos:

a)  un salario mínimo regionalizado, basado en el real costo de la vida de Magallanes;
b) fuentes de trabajo productivas y estables, que absorvan la cesantía real y el sub-empleo;
c)  la fijación de tarifas justas en los consumos básicos (combustibles, gas, luz, agua), acordes con sus verdaderos costos de producción.  La población tiene derecho a acceder a ellos y poder utilizarlos permanentemente.
d)  que se ponga al alcance económico de la comunidad el transporte aéreo y marítimo, fijando tarifas especiales para residentes, en cuanto a pasajes y fletes;
e)  programas de autoconstrución u otros sistemas participativos, basados en una política de créditos accesibles y amplios.  Todo esto permitirá la construcción de viviendas de calidad acordes a las necesidades y características de la zona.

4.-  La salud y educación son derechos.  La calidad e igualitario acceso a ellos de toda la población, deben ser permanentemente garantizados por el Estado.  La catastrófica situación actual de desfinanciamiento, desorganización y deterioro de ambas áreas nos hace demandar:

a)  que el Estado suplemente económicamente dichas áreas para solucionar los problemas que existen en la actualidad, exigiendo también el término de los procesos de municipalización y privatización de ambos sectores, tal como están implementados hoy;

b) la normalización de la situación económica e institucional de la Universidad de Magallanes, restituyendo su plena autonomía.  La Universidad de Magallanes, identificándose  con la zona, debe racionalizar sus carreras, para responder a las reales necesidades de formación profesional requeridas para el desarrollo regional.

5.-  Una claro concepto de soberanía en la región supone poblamiento y desarrollo.  Hoy vemos que la carencia de políticas coherentes y estables  han provocado despoblamiento, emigración y desarraigo de un número apreciable de chilenos, restando su participación  en nuestro desarrollo.  Frente a esta situación demandamos:

Un Estatuto para Magallanes de orígen regional y participativo que contenga un conjunto de medidas administrativas, sociales, culturales, económicas, tributarias, arancelarias y previsionales estables en el tiempo, que incentiven la radicación, la inversión productiva y el retorno de chilenos que han emigrado en procura de su subsistencia y educación.

6.-  Considerando que Magallanes es la región maás endeudada de Chile, demandamos:
Solución definitiva, equitativa e integral al problema del endeudamiento.

7.-  Considerando que la Patagonia chileno-argentina presenta condiciones económicas, culturales, históricas y sociales similares, que le debiera llevar a un destino común de progreso, demandamos:
Un efectivo impulso al proceso de integración en el cual participen todos los sectores sociales, conducente a una pacificación del área y que propicie un proyecto conjunto de desarrollo futuro, basado en la confianza y amistad de los pueblos.

Estas son nuestras demandas.

Creemos profundamente en el destino de Chile y de Magallanes.

Es urgente que se adopten las medidas que posibiliten lo demandado.

ASAMBLEA DE LA CIVILIDAD DE MAGALLANES.

Punta Arenas, región de Magallanes, junio de 1986.”

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