SEGUNDA ÉPOCA

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domingo, 12 de mayo de 2013

Se llama cohecho

La denuncia que involucra a la Diputada RN Marta Isasi, en la que según los datos publicados, implica haber recibido dineros de una corporación pesquera con el propósito de intencionar el voto de la parlamentaria en el trámite legislativo de la Ley de Pesca, puede calificarse de soborno y más propiamente de cohecho.  Se trata de un hecho de la mayor gravedad.  

El cohecho se define como un delito que consiste en que un funcionario público, autoridad o representante elegido acepta o solicita una dádiva a cambio de realizar u omitir un acto asociado al  cargo que desempeña.

Una vez más, la fe publica ha sido puesta a prueba.  En un momento en que la opinión pública está altamente sensible a las acciones y omisiones de la clase política y cuando el nivel de prestigio de los políticos no está en alza, muy por el contrario, esta noticia viene a contribuir a la sensación de impunidad y a elevar el desprestigio (casi siempre en base a generalizaciones) de que son objeto los servidores públicos.

Si es cohecho, eso se llama también corrupción.  

Y en el mismo momento en que estalla este escándalo, dos exalcaldes de la UDI en Concepción son acusados por el Consejo de Defensa del Estado por haber falsificado horas extraordinarias en el ejercicio de sus funciones.  Hay que reconocer que el falseamiento de horas extraordinarias se vuelve una práctica habitual para incrementar las remuneraciones de funcionarios públicos y/o municipales de confianza de sus Alcaldes.

Pero volvamos al caso Isasi.

No puede afirmarse que la diputada sea culpable del delito mientras no lo declaren los tribunales (en virtud de la presunción de inocencia), pero el escándalo público ocasionado por este hecho se ha visto agravado por el hecho que la diputada Isasi ha reconocido ante los medios haber recibido esos dineros de la empresa CORPESCA.  Falta establecer cuál era el propósito de recibir ese dinero en forma de cohecho, aunque puede presumirse que estaban destinadas a asegurar la voluntad de la parlamentaria en el voto favorable a la Ley de Pesca.

Ahora bien, siendo realistas, debemos asumir que el voto de una diputada en favor de la Ley de Pesca, no era suficiente para asegurar que dicho proyecto sea aprobado, y por lo tanto, una investigación exhaustiva debiera esclarecer si se otorgaron sobornos o coimas a otros parlamentarios con el mismo propósito.

Resulta inimaginable que se haya sobornado a un solo parlamentario por la Ley de Pesca.

Ibamos a decir "noticia en desarrollo", pero diremos "verguenza en desarrollo"...

Manuel Luis Rodríguez U.

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